Primer Capítulo ^^

estrenando un Fanfic =)

y trata de Alice principalmente... a ver como me queda ^^

aki el primer capitulo... es pequeñito :)

El “sueño”

Me encontraba sentada en la sala de mi casa. Mi madre y yo discutíamos. En ese preciso momento se escuchó el ruido de la puerta al abrirse y vimos a mi padre. Llevaba una caja entre sus manos y venia sonriente. Nos contó con mucha emoción como lo habían ascendido y que para festejarlo nos había comprado vestidos nuevos a Cynthia y a mi. Pero en ese instante todo se desvaneció…

-¡Alice! ¡Alice! ¿Estás bien? ¿Qué te pasó?- escuché de repente la preocupada voz de mi madre.

-¿Qué?- respondí al instante

-¿Te sientes bien, hija?

-Pues si, ¿Por qué? ¿Qué pasó? ¿A dónde se fue papá?

-¿Qué dices? Tu papá aun no regresa del trabajo, cariño.- me explicó mi madre tiernamente.

-Claro que ya volvió- le conteste confundida- acaba de entrar, ¡Nos estaba contando como fue que lo ascendieron! Y traía unos vestidos hermosísimos para Cynthia y para mí.

-Alice, ¿Segura que te sientes bien?- mi madre sonaba ahora preocupada- Tu papá no tarda en llegar, y si quieres un nuevo vestido pues, sabes que la situación no lo permite por el momento hija pero…

Y en ese momento se abrió la puerta y entro mi padre luciendo tan feliz como lo había visto unos segundos antes y por supuesto, con la caja en sus manos.

-¡No creerán lo que pasó hoy!- dijo mi padre.

-¡Te ascendieron!- dije sin pensarlo

-Si, ¿Cómo lo supiste?

-Pues yo…

-Sólo lo adivinó- me calló mi madre

-Pues si, eso fue lo que sucedió. Me llevé una gran sorpresa cuando me lo anunciaron, llevaba tanto tiempo esperandolo… ¡Y para festejar le traje a mis dos queridas niñas unos vestidos nuevos!

Mi madre me miraba muy asustada, podía ver las dudas en sus ojos, mi padre también lo noto y se le quedó viendo muy fijamente.

-¿Qué sucede?- exigió saber

-Nada Papi, es que justo antes de que llegaras mi hermanita Alice nos estuvo contando un sueño muy raro que tuvo donde tu llegabas y nos decías todo esto- intervino Cynthia.

-¿Ah si? Que cosas tan raras… en fin-continuó mi padre como si no hubiera ocurrido nada- Díganme ¿Les gustan sus nuevos vestidos?

-¡Están lindísimos Papá!- dije inmediatamente pero sin poder olvidar lo que acababa de pasar.

Después de la cena fui directo a mi habitación, tenía mucho en que pensar. No podía negar que estaba asustada, aunque me gustaba pensar de la misma manera positiva que mi padre, como si no se tratara más que de una simple coincidencia.

Pero recordar la expresión de mi madre no era muy útil, me hacía sentirme segura de que eso no era normal.

Sumida en mis pensamientos empecé a recordar situaciones del pasado en los que ocurrían cosas semejantes y me di cuenta de que nunca les había prestado la mínima atención además de que no eran muy frecuentes y mucho menos muy importantes.

Y así fueron pasando los días, y los “sueños”, como los había llamado Cynthia, se hicieron más frecuentes pero siempre tratándose de cosas muy poco importantes y continúe con mi plan de simplemente ignorarlas, además de que la mirada de mi madre al momento de que sucedió la segunda coincidencia me convenció de mejor dejarlo pasar.

Claramente no era algo normal.