miércoles, 5 de agosto de 2009

Despedidas... nuevo capitulo =(




Despedidas


Cuando regresamos al hospital el doctor nos esperaba afuera; no comprendía su entusiasmo pero si eso quería decir que haría lo posible por ayudarme, entonces no tendría porque molestarme.

Nos acompañó hasta mi nueva habitación:

-Bueno, cuéntame todo acerca de tus... visiones- aún parecía dudar al pronunciar la palabra.

-¿Todo?

-Sí, quiero decir... que tan frecuentes son, quienes aparecen y como sabemos que están sucediendo.

-Pues, solo... vienen y van. La mayor parte de ellas son acerca de mis padres y Cynthia...

-Y también puedes provocarlas ¿cierto?- me interrumpió.

-Sí, si me concentro...

-Creo que con eso es suficiente por ahora- ¿se habría asustado?- Los dejaré por un momento para que la ayuden a instalarse y para que puedan despedirse.

-Doctor, ¿cuándo podremos venir a visitarla?- preguntó mi madre.

-realmente no lo se, es preferible que se mantengan alejados un tiempo.

-¿Por qué?- dije con un hilo de voz.

-Pues si dices que la mayoría de tus visiones tienen que ver con ellos... tal vez si los dejas de ver un tiempo las cosas mejoren.

Nadie dijo nada y el doctor aprovechó el silencio para irse.

-¿Lo ven?- dije mirando a mi madre y a mi padre- Yo no quiero dejar de verlos.

Mi madre había estado conteniendo sus lágrimas pero por fin las dejo salir y corrió a abrazarme.

-Oh, Alice. Te voy a extrañar tanto...

-Es que no pueden dejarme aquí. No lo harán, ¿verdad que no?

-Si mantener distancia ayuda a que mejores, tenemos que hacerlo- mi padre también sonaba muy triste.

-Yo tampoco quiero que se quede aquí- intervino por primera vez Cynthia- Papi, no podemos dejarla. Yo me quedo con ella.

E inesperadamente se aferró a mi cintura.

-No puedes hacer eso, cielo. Vas a ver que Alice va a mejorar muy rápido y pronto estará de regreso con nosotros.

-¡Ella dice que no pasará pronto!

Mi madre me miró esperando que la contradijera... pero no podía. Lo único que podía ver era la habitación en la que estábamos. Gente entrando y saliendo pero ninguno de ellos era mi madre o mi padre.

-¿Lo ves? No será pronto y yo quiero que regrese con nosotros. Este lugar no me gusta...

Y la verdad era que a mi tampoco me agradaba. Desde el día que lo había soñado... y me di cuenta de que no era un simple sueño. Era una verdadera pesadilla.

En ese momento regresó el doctor.

-¿Ya están listos?

Mis padres me miraron y asintieron. Mi madre se adelantó y volvió a abrazarme con mucha mas fuerza.

-Te quiero, Alice.

-Yo también te quiero, mami.

Enseguida vino mi padre:

-Recuerda que todo esto es por tu bien. Vas a poner todo de tu parte ¿verdad?

-Lo haré, papá.

Y viendo el panorama que me esperaba, de verdad haría todo lo que pudiera por mejorar.

Por último se acercó Cynthia:

-Te voy a extrañar mucho- dijo sollozando

-Y yo a ti, pórtate bien ¿si?- intenté sonreír para darle ánimos pero no pude.

Una enfermera los esperaba con la puerta abierta. Con una última mirada salieron. El doctor sonrió y luego cerró la puerta.

Me quedé ahí parada sin saber bien que hacer. Las lágrimas corrían por mi rostro y me sentía tan infeliz como nunca había estado en mi vida, pero me obligué a mi misma a aceptarlo. Era lo único que podía hacer, lo único que me haría volver con mi familia...

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